En un mundo real buscamos mostrarnos sin filtro y sin maquillaje, porque al final,no importa la imagen que pudiera mostrar una versión distorsionada de lo que somos. Buscamos ser y estar con quienes nutren el alma, quienes recuerdan que nos amamos con errores y faltas, con dolor y esperanza. Sin filtro, sin máscaras.
Anhelo un mundo con menos filtros y más realidad, un mundo de personas con las que podamos mostrarnos unos a otros con total libertad. Con sonrisas reales en tiempos interminables, con charlas amenas en lugares inimaginables; donde nos encontramos, donde nos conocemos, donde nos enteramos que nos pertenecemos, porque ya no somos extranjeros.
Vamos caminando sin prisa, uno al lado del otro, sonriendo, cantando, alentando y recordando que los filtros no son necesarios porque nos está transformando aquel que ha modelado ser el Perfecto, el Unigénito amado, y con Él reflejar Su imagen a un mundo lleno de corazones quebrantados que lo necesitan desesperadamente.
Anhelo ver un mundo de personas reales, que se saben imperfectas en manos de un Dios perfecto quien transforma corazones inquietos en instrumentos dispuestos, para cumplir sus propósitos eternos por la obra completa de la Cruz; la obra que nos permitió ser parte de la familia que Él compró y que a sí mismo llamó, limpió y restauró.
Anhelo un mundo real, sin fingimiento, sin adulterar la realidad, un mundo donde vivamos sin nada que ocultar, sin diluir la Verdad por temor al "qué dirán". Anhelo un mundo lleno de personas que caminan en integridad, valientes, audaces, dispuestos a pagar el precio para hablar de Cristo en todo momento y todo lugar, porque hemos entendido que estamos de paso rumbo a la ciudad celestial.
Aunque nos encontramos aquí un breve tiempo, un leve momento hemos de gozarnos y anhelar Su regreso, para por fin habitar Junto a Él en nuestra morada final. Un mundo sin filtros, con personas que muestran la imagen de Dios con sus obras, con su bondad y humildad, con su fe, permaneciendo en amor…
Anhelo ser parte de un mundo de corazones latentes que comparten de la vida nueva, a corazones inertes, por amor de Su Nombre, por siempre...