Guardo silencio por todas las veces que se dijo “Te amo” y no fue escuchado.
Guardo silencio por las lágrimas que no se dejaron vaciar con libertad.
Guardo silencio por las manos que no sostuvieron sueños, por los brazos que no abrazaron y se mantuvieron distantes.
Guardo silencio por los besos que se negaron por orgullo, por la vida que se volvió fría y gris junto al miedo del olvido.
Guardo silencio por las miradas ignoradas, por las caricias que nunca tocaron la piel de la persona amada.
Guardo silencio por los pies que nunca fueron sembrados en el barro y murieron sin raíz, sin fruto, sin legado.
Guardo silencio por el silencio ahogado de un “¡Te amo!” en un corazón sin esperanza.
Guardo silencio por el dolor que causaron aquellos que su voz fue escuchada cuando daban un veredicto de inquisición a un inocente que sufrió por amor.
Guardo silencio por el mártir que en silencio sufrió, que sus ojos al cielo elevó y la culpa borró cuando los pecados perdonó.
Guardo silencio por los que han roto almas con palabras.
Guardo silencio por los que amaron y huyeron; por los que fueron amados y no se enteraron.
Guardo silencio en caso de emergencia, para no romperme; para recordar a mi alma que el silencio sugiere templanza.
Guardo silencio por los que el amor los ha salvado.
Guardo silencio porque en medio del ruido aún nos podemos hacer escuchar.
Mis memorias | Abril 2022
KF